Por Hernan Castaño
El contacto con gente que sentia lo mismo que uno fue el mayor alivio del dolor.
Ayer hubo algo que yo percibí muy extraño. Había muchísima tristeza, pero también felicidad. Y no felicidad por la muerte. Felicidad por la reunión. Alegria extrema por el fervor militante. Cada lágrima se secaba con una consigna cantada. El pueblo, verdaderamente, tomó la calle. Peronistas y no peronistas se fundían en largos abrazos acongojados por el hombre que se (nos) fue. Pobres, no tan pobres, gente de mayor poder adquisitivo, aguantando la marcha lenta y demoledora para el físico. Lo mas cercano a la democracia se dio en esa extraña recorrida que había preparado la policia. Salvo algunos colados (¿Qué importa? ¿Son acaso menos fieles? El pueblo también se nutre de pícaros… ), la cola duraba trece horas. El adios se no se consumaba frente al ataud, se labraba en millones de pasos. En ampollas, callos y cansancios. En frases como “Ya hicimos hasta acá… ahora vamos hasta el final”.
No se finge esto. Nadie finge esto. Nadie va a ningún lado por un “Pancho y una coca” como dicen los boludos. Los gorilas. Los siomes de este país tan forro a veces. Ayer menos que nunca había pago por la presencia. Ayer era un dia de hombres. De patriotas. Cantamos el himno muchas veces, a capella, como en los tiempos de antaño. Vociferamos consignas de protesta contra vicepresidentes, diputados, y jefes de gobierno. Cantamos con alegria una copla de furia que iba cambiando según la hora:
“Che gorila, che gorila… hoy te vengo a informar… si la tocan a Cristina… que quilombo se va a armar”. Mas tarde el “Hoy te vengo a informar” trocó por “No te lo repito mas” y algunos ponían “que quilombo se va a armar como segunda frase” y culminaban con la frase “Hay justicia popular”. Los peronistas setentistas repitieron las viejas “Con los huesos de Aramburu…”. No hubo una demostración de violencia porque muchos tuvieron el buen tino de no pasar cerca. Con una de las personas que conocí en la marcha, Nicolas Fazio, un abrazo a él y a su grupo, un docente que como yo, no es peronista, coincidíamos con la frase del policia de V de Vendetta “Solo basta que alguien cometa una estupidez para desatar el caos”. Por suerte, no sucedió. Hasta los mas imbéciles a veces entienden cuanto pueden perder.
Entrar a la Casa Rosada por primera vez para velar a Nestor Kirchner fue a la vez un momento muy fuerte y un momento muy raro. No esperaba entrar por primera vez para algo tan dañino para la fuerza anímica. Sin embargo, con mi mujer, lo hicimos. Ella desbordada de lágrimas, yo con un gesto mas adusto. Los hombres lloramos cuando nadie nos ve. O cuando hay otro hombre en la misma (aunque la historia tantas veces nos traicione je).
Nestor ya esta en un salón para reyes, su corona tapa su ojo bizco para cegarle las iniquidades a las que se vio sujeto por opositores que jamas le han hecho ni un solo bien al pueblo. Ni uno solo. Hombres y mujeres que, estando en el poder, no le han acercado a la masa ni una hogaza de pan; solo las migas que sobraron de sus pantagruélicos banquetes indignos. Las cámaras los buscaron. Buscaron al vicepresidente en funciones. Pero nunca lo encontraron. El Richelieu idiota que nos toca tener, con un nombre que gracias a Los Simpsons lo hace aún mas idiota, Cleto, no apareció por el lugar donde por primera vez tuvo poder real. Se quedó entre los suyos, el muy traidor. El miedo es muy fuerte. Muchas veces, mas fuerte que el amor. La Carrio prefirió llamarse a silencio absoluto desde Córdoba. De algún modo es mas digno que la hipocresía infernal de aquellos que habiendo dicho de Kirchner las mas supinas maldades, ahora lo ensalzan como el gran presidente que en realidad fue.
Y yo pensaba, cuando murió Alfonsin, tantos caraduras hijos de mil puta se apresuraron a aparecer para alabar la figura del gran demócrata y estadista que se nos había ido. Y los radicales no hicieron nada. Nada de nada. No le hicieron nada a Biolcatti que estaba ahí, a tiro de piedra o huevazo (porque tiros de arma no… esa clase de violencia solo la pueden ejercer ellos, los estancieros. El pueblo jamás… siempre supeditado a agacharse y tragarsela hasta los huevos), ni a Menem, ni a Duhalde. Nada. Que militancia pelotuda tiene la oposición. Que militancia cagona. Que falta de pelotas. Ni siquiera en muchedumbre.
Que ausencia de pasión. Mira que soportar que un reventado como Biolcatti, al cual el gran Raul le dijo de todo durante su mandato, se aparezca por ahí y nadie le levante la voz… eso no es democracía… eso es cobardia, mansedumbre. Entreguismo.
Ayer, sin embargo, de eso nada. Sobraron pelotas, pasión, fuego y militancia. Sobraron ganas de demostrar que la muerte de Nestor no destruye un proyecto como Fraga, Escribano y ese pasquín desagradable y ordinario que es La Nación nos quiere hacer creer con su hermano analfa que es Clarín. La muerte de Kirchner… lo enormiza. Lo agigantece. Lo superioriza y le saca lustre. El modelo de consumo y trabajo es lo mejor que se puede obtener del capitalismo y hasta que los comunistas lleguen al pueblo y su idea se exteriorice, esto es lo que hay y es sin duda, lo mejor que hay.
Ya esta. Ya pasó. Fue un evento movilizador e impactante pero ahora hay que volver a trabajar. Agarrar las riendas y ponerse a tirar. La cuerda se tensa y el poder esta de nuestro lado. Tiene que estarlo. Porque cada dia que pasa, el enemigo mueve una casilla mas y si queremos hacer jaque al rey, nosotros, los peones… tenemos que sacrificarnos.
Por Natalia Grande
Tu pueblo te despidio como en ningun momento pensé (quizas ellos tampoco) que lo iban a hacer. Fue de manera tan espontanea y tan organizada -sin buscar nada mas- para decirte que no nos parece justo que la muerte te haya alejado fisicamente de todos, que no es justo que sigan vivos tantos y que vos no. Que nos parte el alma todo esto pero que no somos unos idiotas que nos muestran espejitos de colores y nosotros reimos y seguimos, ni tampoco somos unos pocos como nos quieren mostrar. No, pinguino vos sabias y ahora TODOS saben; tambien lo saben esos que se deben querer matar despues de que ya no pueden esconder entre sus lineas e historietas la cantidad de gente que hay apoyando el proyecto que, hoy en dia, gracias a vos y a Cristina, pibes que no tenian ni para comer hoy lo tienen y esa gente que no iba a ver una jubilacion en su puta vida y lo mejor que podia esperar era morirse joven, hoy ya no tiene que hacerlo.
Le ganaste a la dictadura de tantas maneras, borraste la imagen nefasta del bigotudo ese y apoyaste la busqueda de cada desaparecido como si hubieras sido vos mismo pero lo mas importante es que pudiste volver a hacer que los jovenes del pais se interesen en la politica, sean oficialistas o opositores pero lograste que los pibes que habian crecido pensando que la politica era una mala palabra hoy sepan que no es asi. Y eso lo demuestran las imágenes de estos ultimos tres dias, eran tantos (ojala sea donde sea que la muerte te lleva cuando te encuentra, puedas ver esto) no eran esos pocos que los diarios intentan hacerle creer a la vieja con ruleros que mira por la ventana con miedo, no eran los que iban por el pancho y por la coca. No, eran los que te quieren decir gracias, gracias por haberle hecho tan bien al pueblo, por haberlos llenado de tanta esperanza y por haber puesto un plato de comida en la casa de ese pibe o de ese abuelo que no tenia que comer. Esos pibes te querian decir gracias, aunque eso costara trece horas bajo sol, alrededor de viento, con hambre con sed, apretados. Encima el dolor en el alma que se veia en la cara de esos pibes cada vez que se acordaban porque estaban ahí (mientras conocian a otros con los que cantaban, hablaban y hasta reian porque eso tambien nos enseñaste ayer que estamos uno a uno para apoyarnos en el dolor y no solo a nosotros si no a tu Pinguina que le debe faltar la mitad de ella misma con tu partida pero te prometemos que vamos a hacer hasta lo imposible por defenderla).
A ella y al pueblo, a ese al que le diste dignidad. No los vamos a dejar dar ni un paso adelante.
Y te cuento algo personal, me duele hasta el culo despues de esas tantas horas, no veia la hora de llegar de tanto dolor que tenia en los pies pero en el momento donde nos agruparon de a dos para entrar en la casa rosada ya no queria entrar, no queria decirte “chau Nestor, gracias” no queria decirte chau…no queria idealizar la dea de que te fuiste y de que es como si se nos hubiera ido un padre. ¿No es justo entendes? Yo el año que viene queria votarte por primera vez, en mi segundo voto presidencial porque me hiciste ver que no soy de la izquiera argentina que le hace el juego a la derecha tantas veces, que vos defendes a mi pueblo al que yo quiero ver feliz .Tanto hijo de puta rondando en esta vida y vos ya no estas hermano. Pero aun en tu muerte seguis combatiendo, mostrandole a los monopolios a los oligarcas y otros buitres mas que el pueblo esta ahí para defender este proyecto hasta con sangre.
El dolor es imnenso y te juro que no puedo dejar de llorar. Pero me hiciste abrir los ojos y hoy se que soy Kirchnerista, gracias por la alegria que le diste a mi pueblo.
Gracias Nestor.
El contacto con gente que sentia lo mismo que uno fue el mayor alivio del dolor.
Ayer hubo algo que yo percibí muy extraño. Había muchísima tristeza, pero también felicidad. Y no felicidad por la muerte. Felicidad por la reunión. Alegria extrema por el fervor militante. Cada lágrima se secaba con una consigna cantada. El pueblo, verdaderamente, tomó la calle. Peronistas y no peronistas se fundían en largos abrazos acongojados por el hombre que se (nos) fue. Pobres, no tan pobres, gente de mayor poder adquisitivo, aguantando la marcha lenta y demoledora para el físico. Lo mas cercano a la democracia se dio en esa extraña recorrida que había preparado la policia. Salvo algunos colados (¿Qué importa? ¿Son acaso menos fieles? El pueblo también se nutre de pícaros… ), la cola duraba trece horas. El adios se no se consumaba frente al ataud, se labraba en millones de pasos. En ampollas, callos y cansancios. En frases como “Ya hicimos hasta acá… ahora vamos hasta el final”.
No se finge esto. Nadie finge esto. Nadie va a ningún lado por un “Pancho y una coca” como dicen los boludos. Los gorilas. Los siomes de este país tan forro a veces. Ayer menos que nunca había pago por la presencia. Ayer era un dia de hombres. De patriotas. Cantamos el himno muchas veces, a capella, como en los tiempos de antaño. Vociferamos consignas de protesta contra vicepresidentes, diputados, y jefes de gobierno. Cantamos con alegria una copla de furia que iba cambiando según la hora:
“Che gorila, che gorila… hoy te vengo a informar… si la tocan a Cristina… que quilombo se va a armar”. Mas tarde el “Hoy te vengo a informar” trocó por “No te lo repito mas” y algunos ponían “que quilombo se va a armar como segunda frase” y culminaban con la frase “Hay justicia popular”. Los peronistas setentistas repitieron las viejas “Con los huesos de Aramburu…”. No hubo una demostración de violencia porque muchos tuvieron el buen tino de no pasar cerca. Con una de las personas que conocí en la marcha, Nicolas Fazio, un abrazo a él y a su grupo, un docente que como yo, no es peronista, coincidíamos con la frase del policia de V de Vendetta “Solo basta que alguien cometa una estupidez para desatar el caos”. Por suerte, no sucedió. Hasta los mas imbéciles a veces entienden cuanto pueden perder.
Entrar a la Casa Rosada por primera vez para velar a Nestor Kirchner fue a la vez un momento muy fuerte y un momento muy raro. No esperaba entrar por primera vez para algo tan dañino para la fuerza anímica. Sin embargo, con mi mujer, lo hicimos. Ella desbordada de lágrimas, yo con un gesto mas adusto. Los hombres lloramos cuando nadie nos ve. O cuando hay otro hombre en la misma (aunque la historia tantas veces nos traicione je).
Nestor ya esta en un salón para reyes, su corona tapa su ojo bizco para cegarle las iniquidades a las que se vio sujeto por opositores que jamas le han hecho ni un solo bien al pueblo. Ni uno solo. Hombres y mujeres que, estando en el poder, no le han acercado a la masa ni una hogaza de pan; solo las migas que sobraron de sus pantagruélicos banquetes indignos. Las cámaras los buscaron. Buscaron al vicepresidente en funciones. Pero nunca lo encontraron. El Richelieu idiota que nos toca tener, con un nombre que gracias a Los Simpsons lo hace aún mas idiota, Cleto, no apareció por el lugar donde por primera vez tuvo poder real. Se quedó entre los suyos, el muy traidor. El miedo es muy fuerte. Muchas veces, mas fuerte que el amor. La Carrio prefirió llamarse a silencio absoluto desde Córdoba. De algún modo es mas digno que la hipocresía infernal de aquellos que habiendo dicho de Kirchner las mas supinas maldades, ahora lo ensalzan como el gran presidente que en realidad fue.
Y yo pensaba, cuando murió Alfonsin, tantos caraduras hijos de mil puta se apresuraron a aparecer para alabar la figura del gran demócrata y estadista que se nos había ido. Y los radicales no hicieron nada. Nada de nada. No le hicieron nada a Biolcatti que estaba ahí, a tiro de piedra o huevazo (porque tiros de arma no… esa clase de violencia solo la pueden ejercer ellos, los estancieros. El pueblo jamás… siempre supeditado a agacharse y tragarsela hasta los huevos), ni a Menem, ni a Duhalde. Nada. Que militancia pelotuda tiene la oposición. Que militancia cagona. Que falta de pelotas. Ni siquiera en muchedumbre.
Que ausencia de pasión. Mira que soportar que un reventado como Biolcatti, al cual el gran Raul le dijo de todo durante su mandato, se aparezca por ahí y nadie le levante la voz… eso no es democracía… eso es cobardia, mansedumbre. Entreguismo.
Ayer, sin embargo, de eso nada. Sobraron pelotas, pasión, fuego y militancia. Sobraron ganas de demostrar que la muerte de Nestor no destruye un proyecto como Fraga, Escribano y ese pasquín desagradable y ordinario que es La Nación nos quiere hacer creer con su hermano analfa que es Clarín. La muerte de Kirchner… lo enormiza. Lo agigantece. Lo superioriza y le saca lustre. El modelo de consumo y trabajo es lo mejor que se puede obtener del capitalismo y hasta que los comunistas lleguen al pueblo y su idea se exteriorice, esto es lo que hay y es sin duda, lo mejor que hay.
Ya esta. Ya pasó. Fue un evento movilizador e impactante pero ahora hay que volver a trabajar. Agarrar las riendas y ponerse a tirar. La cuerda se tensa y el poder esta de nuestro lado. Tiene que estarlo. Porque cada dia que pasa, el enemigo mueve una casilla mas y si queremos hacer jaque al rey, nosotros, los peones… tenemos que sacrificarnos.
Por Natalia Grande
Tu pueblo te despidio como en ningun momento pensé (quizas ellos tampoco) que lo iban a hacer. Fue de manera tan espontanea y tan organizada -sin buscar nada mas- para decirte que no nos parece justo que la muerte te haya alejado fisicamente de todos, que no es justo que sigan vivos tantos y que vos no. Que nos parte el alma todo esto pero que no somos unos idiotas que nos muestran espejitos de colores y nosotros reimos y seguimos, ni tampoco somos unos pocos como nos quieren mostrar. No, pinguino vos sabias y ahora TODOS saben; tambien lo saben esos que se deben querer matar despues de que ya no pueden esconder entre sus lineas e historietas la cantidad de gente que hay apoyando el proyecto que, hoy en dia, gracias a vos y a Cristina, pibes que no tenian ni para comer hoy lo tienen y esa gente que no iba a ver una jubilacion en su puta vida y lo mejor que podia esperar era morirse joven, hoy ya no tiene que hacerlo.
Le ganaste a la dictadura de tantas maneras, borraste la imagen nefasta del bigotudo ese y apoyaste la busqueda de cada desaparecido como si hubieras sido vos mismo pero lo mas importante es que pudiste volver a hacer que los jovenes del pais se interesen en la politica, sean oficialistas o opositores pero lograste que los pibes que habian crecido pensando que la politica era una mala palabra hoy sepan que no es asi. Y eso lo demuestran las imágenes de estos ultimos tres dias, eran tantos (ojala sea donde sea que la muerte te lleva cuando te encuentra, puedas ver esto) no eran esos pocos que los diarios intentan hacerle creer a la vieja con ruleros que mira por la ventana con miedo, no eran los que iban por el pancho y por la coca. No, eran los que te quieren decir gracias, gracias por haberle hecho tan bien al pueblo, por haberlos llenado de tanta esperanza y por haber puesto un plato de comida en la casa de ese pibe o de ese abuelo que no tenia que comer. Esos pibes te querian decir gracias, aunque eso costara trece horas bajo sol, alrededor de viento, con hambre con sed, apretados. Encima el dolor en el alma que se veia en la cara de esos pibes cada vez que se acordaban porque estaban ahí (mientras conocian a otros con los que cantaban, hablaban y hasta reian porque eso tambien nos enseñaste ayer que estamos uno a uno para apoyarnos en el dolor y no solo a nosotros si no a tu Pinguina que le debe faltar la mitad de ella misma con tu partida pero te prometemos que vamos a hacer hasta lo imposible por defenderla).
A ella y al pueblo, a ese al que le diste dignidad. No los vamos a dejar dar ni un paso adelante.
Y te cuento algo personal, me duele hasta el culo despues de esas tantas horas, no veia la hora de llegar de tanto dolor que tenia en los pies pero en el momento donde nos agruparon de a dos para entrar en la casa rosada ya no queria entrar, no queria decirte “chau Nestor, gracias” no queria decirte chau…no queria idealizar la dea de que te fuiste y de que es como si se nos hubiera ido un padre. ¿No es justo entendes? Yo el año que viene queria votarte por primera vez, en mi segundo voto presidencial porque me hiciste ver que no soy de la izquiera argentina que le hace el juego a la derecha tantas veces, que vos defendes a mi pueblo al que yo quiero ver feliz .Tanto hijo de puta rondando en esta vida y vos ya no estas hermano. Pero aun en tu muerte seguis combatiendo, mostrandole a los monopolios a los oligarcas y otros buitres mas que el pueblo esta ahí para defender este proyecto hasta con sangre.
El dolor es imnenso y te juro que no puedo dejar de llorar. Pero me hiciste abrir los ojos y hoy se que soy Kirchnerista, gracias por la alegria que le diste a mi pueblo.
Gracias Nestor.
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