jueves, octubre 28, 2010

De todos los laberintos se sale por arriba




Allá por el año 2002 -esta anécdota la conocen unos pocos- un profesor mio de la secundaria me invitó a tomar un café a la vuelta del que era mi colegio. Tenía una propuesta para hacerme en base a mi militancia en el centro de estudiantes. Quería que me uniera a una nueva fuerza que se estaba gestando. Esta fuerza, por esos momentos contraria a la lucha que estábamos llevando a cabo, me repelía. Claro... estaba apadrinada por el mafioso cabezón de Banfield. El mafioso gobernaba entre tiros y caidos, y sabía que al año siguiente tenían que haber elecciones. Su elegido, tras las negativas del piloto fracasado y del nido de carancho, era un pinguino desconocido.
A esas fuerzas me quería unir mi profesor. A las huestes del pinguino. Yo, como les dije, lo rechacé.
Un año despues, el pinguino ganó las elecciones con un escaso margen que lo obligaba a conciliar con todo el mundo. El, no se amilanó. Construyó una fuerza que llamó "transversal" por la cantidad de distintos que nucleaba. Era una etapa de reconstrucción y merecía grandes medidas y grandes movimientos de timón. El pinguino, acostumbrado a los mares encrespados del sur, los lidió con éxito, llevando al país a representar momentos muy felices. Y asi, años después, su pinguina, pudo gobernar, ahora si, con el apoyo masivo de la gente. Y este proceso de reconstrucción siguió adelante a pesar de los masivos golpes de la oligarquía, los medios (oligarcas también), y la clase media. Pero claro, hoy tenemos la herramienta de internet, entonces los medios no nos pueden mentir tan descaradamente como lo hicieron durante siglos. No, ahora las informaciones se confrontan al instante y generalmente, son ellos, los periodistas hegemónicos los que salen mal parados.
Ayer quería decir muchas cosas pero, miren que atrevimiento, Telecentro me dejó sin cable, internet y teléfono. Dormí mal, pensando que escribir. Hay tanto y uno no quiere dejar nada afuera, todo parece importante a la luz de los hechos. Todo parece trascendente.

Ayer, en "6,7,8" (ese programa que nosotros los "zurdos oficialistas" que nos creemos todo porque somos unos boluditos a los que engañan fácil) hubo una representación tan fuerte de dolor y lealtad. De HONOR Y GRATITUD. Y no, a lo mejor Pablo Echarri o Florencia Peña no representan a nadie en particular. Pero se representan a ellos mismos, a su dolor. Allí también estaban ex funcionarios del gobierno del Pinguino. Estela de Carlotto, Tati Almeida, Ricardo Forster, Juan Raffo... muchos periodistas y una gran cantidad de actores. Tambien estaba Cristian Aldana de "El Otro Yo"... que se yo, montones dando su apoyo al modelo, a la pinguina y al pinguino. Montones. Llorando su fallecimiento como yo nunca antes vi. Porque fue un gran presidente y un gran demócrata. No quiso conciliar con quienes en su momento, no lo fueron y eso es también de democracia. No perdonar a quienes la mancillaron. No dejar libres a los que la doblegaron en las horas mas siniestras. No hubo paredón de fusilamiento como si los tuvo EEUU en sus numerosas guerras o la Alianza contra el Eje en la segunda guerra. Solo carceles. Barrotes de frio acero.
Hoy no es hora de hablar de los garcas de La Nación y sus vituperaciones. No es hora de hablar y detestar a la clase media (porque hay muchos que lo son solo por el dinero y no ideológicamente). No es momento. Hoy es hora de recordar a un hombre con unos huevos gigantes al que le decían el Pinguino.

Ese Pinguino se llamaba Nestor Carlos Kirchner. Y si esto lo estuviera narrando en vez de escribiendo, en este momento empezaría un canción de rock épica con una frase algo asi:
"En el camino a la gloria, alzaré mi espada, para servir a los buenos ideales y la justicia para todos". (Emerald Sword - Rhapsody of Fire)
¿Suena a algo que habría dicho Nestor no?
Hasta la Victoria...
...Siempre.

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