Para que me escuches a través de tus ojos. La velocidad de los acontecimientos es insoslayable. Aturde. Y domina. Y asusta. La clase media no esta preparada para ponerle el pecho a una guerra fría y en el miedo actúa como el avestruz (o su primo autóctono, el “ñandú”), esconde su cabeza y se convierte en el cómplice de una cacería. Lo hizo hace treinta años, poniéndose del lado de los ganadores –en parte por su miedo, en parte porque la clase media nunca va a tener otra ideología que la de la consecución de su objetivo magnánimo: superar su clase- y lo hizo en la revolución libertadora, porque odiaba a Perón y a los negros.
Cristina Fernández comete un error garrafal al ponerse en su papel de militante peronista. No porque no deba hacerlo si de hecho lo es. Pero también gobierna para los que odian a los negros y a Perón. El gran error no es demostrar que es humana y tiene pasiones; el gran error es querer gobernar también para quienes la odian y la quieren ver muerta. Querer gobernar para
La clase media odia a Perón, a los peronistas y a los negros porque les recuerda algo muy cercano. Es el administrativo que no quiere ser cadete. No importa la cercania laboral, importa la palabra. El status social de estar una oficina mas cerca del jefe.
En base a ese comportamiento psicológico infame la clase media y la conspiradora oligarquía fueron cómplices de las mayores masacres de este país en el siglo XX.
El “Nunca Mas” es el mea culpa de la clase media. De los Sabato y los Ruiz Guiñazú que al saber historias como la de la chica que tuvo un hijo mientras estuvo en
Nuestra historia esta repitiéndose constantemente. Antes de Perón fue otro y la historia fue la misma. Rosas. Dorrego y Lavalle. Siempre los antagonismos de garcas y pueblo. Y aquellos que no saben que quieren ser.
Tocate la oreja. Abrí bien los ojos. ¿Me escuchaste?
¿Seguro que no te mordieron a vos también?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por manifestarte.