miércoles, mayo 26, 2010

Que la patria lo demande


No importa si fueron dos millones, tres millones, diez millones o dos paises juntos en la convocatoria. Realmente no interesa si llevaban o no bandería política como muchos periodistas se rasgan las vestiduras por mostrar. La decisión de temer no es nuestra, es de ustedes. Ustedes quieren que nosotros temamos a los políticos y a la política. Ustedes quieren que el pueblo sea burdo y desinteresado y que ejercite el voto y la lucha absolutamente ignorante. La derecha, protagonizada por los capitanes de la industria, por los jefes de los monopolios, por el clero. Ellos quieren una población que solucione sus problemas rezando y no manifestándose, mientras comen su caviar y toman su champán desde sus gradas cubiertas de terciopelo bordeaux. Mientras ellos dicen, “esto es de todos” piensan “esto es nuestro”. Mientras se refugian en sus escudos artísticos que les dan voz a sus perversos espadazos. Mientras cierran sus contratos con tu temor. Con mi temor.

Cuando dijimos “NUNCA MAS” también se lo dijimos a ellos. Sin embargo, agazaparon sus intenciones y volvieron renovados con un caballito de batalla o tal vez dos. Y volvieron a expoliarnos y a decirnos que no nos metamos, que la pelea la hagan otros. Que mueran otros y que vivan otros. Vos vivi tu vida vacia llena de electrodomésticos de linea blanca haciéndote la comparsa en la cocina y en el comedor. Vos mira como los negros bailan y los pechos danzan que nosotros, en nuestros almuerzos vamos a decidir si trabajas, si te culturizas, si decidis, si votas y si te emborrachas. Si fumas, si te drogas, si mentis, si desconoces el pasado.

Y vos y yo desconocimos el pasado. El reciente y el lejano. Pero ayer y esta semana tuvimos un baño de realidad. Y todos esos que murieron por la patria o por defender la vida de los suyos volvieron como sábanas blancas aullando en la noche. Volvió San Martín y Belgrano. Volvieron los anarquistas de la semana trágica. Volvieron los treinta mil y volvieron Kosteki y Santillan.


Y ayer, a la plaza y a la calle volvimos vos y yo a asustarnos con esos fantasmas y de su olvido, pero a nunca olvidarnos que la patria, la patria no fueron los que se sentaron a vivar La Boheme y el Lago de los Cisnes. La patria no fue el que te vendió desde la tapa de una revista que estaba todo bien cuando estaba todo mal. La patria no es esa actriz mediocre que hace cuarenta años que lo único que hace es comer rodeada de obsecuentes, ni tampoco es la dueña de un diario que llora las lágrimas que no le pertenecen ni por derecho ni por opción.


La patria somos nosotros que, si, estamos crispados.

Pero estamos crispados con ellos y ¡Guay! que los encontremos en la calle un dia de estos.


¡Y QUE VIVA LA PATRIA CARAJO!


Hernán Leopoldo Castaño y Natalia Grande

2 comentarios:

  1. MUERTE A MIRTA (?)
    Che, odio a Kristina, me pareció de cuarta el hecho de no presentarse a decir hola si quiera.
    Saludos, H.
    Ahora que leo cosas de derecho pienso un poco más (?) y encuentro tu blog más que interesante aunque creo que todavía tengo vestigios de mi centro-derechismo xD.

    ResponderEliminar
  2. A decir hola donde? En el Colón?

    No había necesidad de mas hipocresía. Este país no necesita mas hipocresía. No necesita de mas políticos diciéndose barbaridades por televisión y despues abrazándose para la foto para aplacar los ánimos del pueblo que tiene miedo (de que?) si los políticos estan peleados.

    La elite con la elite, el pueblo con el pueblo y cuando haya que subvertir, se subvertirá.

    Saludos Marian

    ResponderEliminar

Gracias por manifestarte.